Ingredientes:
(Para 2 personas).
- 2 aguacates.
- 1/2 Tomate.
- 1/2 Cebolla.
- 1 chile serrano o jalapeño.
- 1/2 lima o limón.
- 1 rama de cilantro fresco.
- Sal al gusto.
Preparación:
Pelamos y picamos la cebolla muy fina y la ponemos en un bol o recipiente, donde mezclaremos todos los ingredientes para nuestro guacamole.
El tomate y el aguacate los vamos a rallar para que sea aún más fácil su preparación, aunque si no dispones de rallador también puedes cortarlos muy menudos con un cuchillo o aplastarlos con un tenedor o mortero.
Cortamos el tomate por la mitad y lo rallamos sobre el bol hasta llegar a la piel, la cual desecharemos. Para el aguacate, lo pelamos primero y también lo cortamos por la mitad y retiramos su hueso. Seguidamente, lo rallamos tirando el resultado dentro del bol.
Añadimos el zumo de media lima o limón, una pizca de sal y mezclamos. Con el zumo de lima o limón, evitamos que el aguacate se oxide, por eso es importante hacer este paso justo después de incorporar el aguacate.
El cilantro y el chile es recomendable dejarlos para el final de la preparación, ya que ambos tienen sabores muy fuertes y es mejor ir poniendo de menos a más, e ir probando hasta que esté a nuestro gusto. Así que, picamos unas hojas de cilantro fresco y un poco de chile y lo incorporamos a la salsa. Si vemos que hace falta agregar más, lo podemos hacer hasta que esté a nuestro gusto.
Sólo nos queda mezclarlo todo y ya lo podemos servir con unos nachos o con lo que prefieras. Si sobra, podemos conservarlo en la nevera unos días bien tapado.