¿Por qué se quedan crudos los bizcochos? ¿Por qué se hunden por el centro o se abultan? ¿Qué puedo hacer si se me queman o se me quedan pegados al molde?.
Hacer un bizcocho es algo fácil, sólo tenemos que tener en cuenta ciertos conceptos básicos, utilizar los materiales adecuados y comprender el funcionamiento de nuestro horno, ya que no todos son iguales. Estos trucos y consejos que he recopilado a continuación, te ayudaran conseguir unos bizcochos perfectos y de lo más esponjosos.
Consejos básicos:
Los ingredientes deben estar a temperatura de ambiente.
Se pueden mezclar los ingredientes a mano, con la ayuda de unas varillas o una cuchara grande, o a maquina, con varillas eléctricas, pero no se recomienda usar elementos con cuchillas, como robots de cocina o batidoras.
Batir los huevos con fuerza, proporcionará al bizcocho una mayor esponjosidad.
Empezar mezclando lento y subir la velocidad posteriormente.
Cuando midamos ingredientes líquidos, procuraremos colocar el recipiente sobre una superficie plana, para obtener mayor precisión.
Las medidas con cuchara deben de ser rasas.
Procuraremos que la cavidad del molde y el volumen de la masa del bizcocho sean de la misma proporción.
Para que el bizcocho no se quede pegado al molde, existen diferentes formas de aislar el molde de la masa: Podemos engrasar el molde con mantequilla o aceite. También podemos espolvorear un poco de harina justo después de engrasarlo, azúcar normal o glass en caso de que se trate de un bizcocho de chocolate. Colocaremos el molde boca abajo para que caiga el polvo sobrante, antes de verter la masa.
Si queremos evitar que el bizcocho se nos queme por debajo, podemos cubrir la bandeja del horno con papel de horno o papel de plata y verter agua.
Si se nos quema por arriba, podemos abrir la puerta del horno y taparlo con papel de plata, transcurridos 30 minutos de horneado.
Precalentar el horno siempre a 180º C con calor arriba y abajo. Nunca abrir la puerta antes de 30 minutos mientras el bizcocho esté dentro del horno cocinándose.
Usaremos la rejilla del horno, colocada a media altura.
Sabremos que el bizcocho está listo cuando al pincharlo con un objeto punzante (cuchillo, brocheta, pincho...) sale limpio, en el caso contrario, habrá que esperar un poco más. También podemos observar que el bizcocho se despega ligeramente del molde.
A la hora de desmoldar y cortar, es importante que el bizcocho no queme, es decir que hay que dejarlo enfriar a temperatura ambiente hasta que se temple antes de desmoldar.
Para conservarlos podemos hacerlo: A temperatura de ambiente, cubriéndolos con un paño de tela, en este caso se mantendrá tierno 2 o 3 días. En el frigorífico, envueltos en film transparente o en un tuper hermético. También podemos congelarlos, cortándolos en porciones e introduciéndolas en bolsas de congelados individualmente o envolviéndolas en film transparente. Cuándo queramos descongelar, es recomendable meter las porciones que queramos en el frigorífico la noche anterior.
Inconvenientes frecuentes:
Si el bizcocho se encoge dentro del horno, es porque se está cocinando a temperatura muy alta o se está excediendo de tiempo.
Si el bizcocho se encoge y arruga al enfriarse, es debido a que se ha enfriado en corriente o porque aún le faltaba tiempo de cocción.
Si el bizcocho está plano y compacto, entonces es que la harina no se ha mezclado correctamente con los ingredientes líquidos.
Si hay agujeros en el interior del bizcocho horneado, puede que los ingredientes no se encontraran bien mezclados, levadura abundante o el horno se encontraba a alta temperatura.
Si la superficie del bizcocho horneado está pálida y pegajosa, es porque se ha cocinado a temperatura muy baja o se encontraba en una posición equivocada en el interior del horno.
Si la superficie del bizcocho tiene una corteza dura, es que se ha cocido a una temperatura bastante alta, en una posición incorrecta del horno o el molde era demasiado pequeño.
Si la superficie del bizcocho tiene manchas más oscuras que el resto, se trata de que los restos del recipiente donde se han mezclado los ingredientes, no se han integrado correctamente en la masa.
Si el bizcocho se hunde por el centro, puede deberse a que el molde es muy pequeño, subiendo demasiado deprisa y hundiéndose posteriormente. También puede tratarse de cambio brusco de temperatura abriendo la puerta del horno a mitad de cocción, o bien, al sacarlo.
Si el bizcocho sube irregularmente, es porque la rejilla del horno puede estar inclinada o porque la masa no se ha repartido equitativamente por el molde.
Si se desmorona al trocearlo, es posible que se deba a un exceso de levadura, que los ingredientes se hayan batido demasiado o que el bizcocho esté muy caliente en el momento del corte.
Recetas de bizcochos recomendadas:
Bizcocho de yogur. Fácil y rápido.
Bizcocho de zanahoria, manzana y nueces.
Bizcocho chocolate y nueces.
Bizcocho de canela, manzana y pasas.
Bizcocho de dátiles borrachos y nueces, con aroma de canela y jengibre.
Bizcocho de nata con coco y arándanos.